En este espacio, dentro del Hospital José T. Borda, funciona la cooperativa La Huella, una empresa social que crea muebles únicos a partir del reciclado de maderas y objetos en desuso. Compartimos algunas de las imágenes que tomamos en el lugar.
Cuando los conocimos en su taller, nos dio la sensación de estar ante un grupo humano y de trabajo más sano, armonioso y respetuoso que muchos de los que hemos formado parte o conocido, que se encuentran fuera de un hospital psiquiátrico casualmente. La participación y la equidad de sus miembros; las miradas de complicidad y orgullo; la libertad y confianza para hablar. Aca les compartimos una de las primeras charlas con el grupo:
O: ¿Cómo empieza La Huella?
Oscar: Yo tuve que internarme por un problema que tuve, no me quedó otra que solucionar el problema internándome. Al estar acá, quise volver a trabajar.Y me dijeron que vaya al cuarto piso, donde funciona el gabinete de pre-alta. Ahí lo conocí a Federico, que coordinaba un taller de bolsas de residuos. Había máquinas de mano para trabajar madera y un banco de carpintero. Después de un año y medio conseguimos este espacio que es hoy nuestro taller. Federico trajo la idea de tener un nombre y un logo, y entre todos elegimos el actual.
Cada objeto tiene un contenido en sí y además un sentido estético. Son de madera reciclada. Tratamos de hacer arte expresando con la madera lo que nosotros entendemos que es arte.
O: Cuéntennos un poco de la dinámica que tienen, ¿cómo opera La Huella?
Oscar: Como grupo de trabajo, la intención es que tiremos todos para el mismo lado, todos aportamos al mismo pozo, y todos nos llevamos lo mismo. Todos colaboramos y tenemos la misma actitud con el trabajo.
Federico muchas veces trae las ideas. A partir de ahí todos aportamos, se produce un ida y vuelta basado en la confianza y elaboramos en conjunto cómo resolveremos, como bajaremos la idea a la realidad.
Federico: El primer paso que da alguien que ingresa a La Huella es como tallerista, pasa un tiempo, y luego se integra como socio, y pasa a cobrar por su trabajo. Vamos viendo como evoluciona, como trabaja, como se va sintiendo e integrándose al grupo y al trabajo.
Oscar: Acá hay un tiempo para todo: un tiempo para fumar, trabajar, tomar mates y se vuelve a trabajar. Todo funciona en armonía y en alegría. Como grupo nos llevamos bien. Es difícil llevarse bien en un trabajo, porque siempre hay disputas personales, roces. Pero acá, por lo que yo veo, nos llevamos muy bien todos. Compartimos la mesa, el almuerzo también. No importa quien hace un trabajo más, o mejor, todos aportamos al funcionamiento de La Huella.
Obra: Si una persona quiere ser parte de La Huella, ¿cómo hace?
Federico: Hacemos una entrevista de admisión y la característica principal es que le tiene que gustar. No tomamos a alguien porque un médico o terapista dijo que tiene que trabajar, sino porque tiene una motivación personal, un interés ó una historia relacionada a alguno de los oficios vinculado a La Huella. Esa es la puerta de ingreso.
La figura de tallerista es para personas que quieren probar, transitar por la huella, creen que les puede servir trabajar un tiempo y nosotros les abrimos la puerta. Y sirve. Cuando el tallerista se identifica con el emprendimiento y le gusta a largo plazo, ahí empieza un proceso hacia la asociación. Hay una decisión democrática en donde el nuevo miembro es aceptado afectivamente. El nuevo miembro tiene que comprometerse y unirse a nuestra cultura de trabajo. Eso implica llegar en horario, planificar, trabajar con objetivos y ponerle todo lo que cada uno puede poner al trabajo. Nos integramos por el trabajo. Cuando está eso, ya sentimos que estamos en una empresa, con objetivos de producción y de venta. Nos distanciamos del hecho terapéutico, cada uno tiene su terapeuta o médico. Acá buscamos lograr a través del trabajo un sustento y la comprensión de lo que es una empresa.
La Huella es muy generosa, en el sentido de que podemos hacer algo entre todos, podemos compartir y no nos fijamos si hay alguien que hace un poco menos o un poco más, la cosa es que esté el compromiso de trabajar y llegar al objetivo.
Obra: ¿Cómo definirían una empresa social?
LH: Pone en el centro a la persona. Tiene fines económicos y sociales, y los dos tienen que estar siempre presentes y con igual importancia. Si fuera solo fines sociales sería un sistema de asistencia. Nosotros combinamos la asistencia en salud con producción y trabajo. Si vemos a La huella ahora, lo que más nos gusta es expresarnos y que haya lugar para la creatividad y creación colectiva. Tenemos también personas que colaboran y que no provienen del ámbito de la salud, como Martin que es un empresario textil, que nos ayuda en la parte de comercialización y diseño a veces también.
Todavía la parte de comercialización no esta del todo desarrollada, nos falta un poco. Por eso me parece buenísimo que uds. estén acá.
Obra: ¿Qué les gusta de su trabajo?
Eduardo: La libertad, de creación, de todo tipo: se trabaja sin presión. Podemos crear y proponer, hay libertad y comprensión. Se trabaja mucho, y a gusto.
Oscar: Hay algo implícito que es la armonía. Esa armonía lleva a una energía de amor que hace que todo funcione bien, y si todos estamos bien, se transmite, y eso hace que la cosa funcione y que todo este cada vez mejor. No se explica pero está. A veces hay que recordarnos que hay que parar.
Federico: Cada vez tenemos más amigos, más conocidos.
Oscar: hubo una época en que tuvimos 1 peso en la caja. Cerró uno de los locales donde mejor vendíamos. Fue un bajón y lo superamos. Son pruebas en la vida, cosas que tienen que pasar, no está ni bien ni mal, son cosas que tienen que pasar y son por algo. Nos estamos curtiendo y vamos creciendo. Es constante el apoyo entre nosotros, el esfuerzo conjunto y el darnos aliento.
Federico: Viajamos dos veces, a Puerto Madryn y Gaiman. Eso también está bueno. En otros lados se le da mas importancia al tema de salud mental y trabajo, y de las empresas sociales. Acá está creciendo.
José: Yo entré con la idea de ser lustrador y me gusta que me encontré con más cosas, aprendí distintas cosas. Y me gusta el producto, lo que hacemos, el producto final.
Obra: ¿Cuáles son sus sueños e ilusiones con respecto a La Huella?
Oscar: Estar estables seria un sueño.
En Italia hay emprendimientos sociales que funcionan muy bien y son autosustentables, creados bajo las ideas de Franco Basaglia. Era un médico psiquiatra que trabajando en hospitales como éste, habló de generar la desmanicomializacion, es decir, como sacar a los pacientes de las instituciones e integrarlos en la sociedad, que puedan vivir en sus casas y trabajar. Con esa idea se empezaron a generar empresas sociales. Esto ya lleva más de 30 años en Italia. Federico estuvo haciendo una pasantía allá y han venido acá a visitarnos también. Otro sueño sería también ir para allá, visitarlos.
Otro sueño es poder tener un espacio físico con una vidriera, un negocio donde trabajar y mostrar nuestro trabajo.
José: Crecer